Todos lo hemos hecho alguna vez: reducir la velocidad en el momento en el que aparece un radar y después volver a acelerar.
Esta acción que tiene los días contados. La Dirección General de Tráfico ya ha puesto en marcha un nuevo modelo de radar. Se trata del denominado como "radar en cascada". Un nuevo método que consiste en situar un radar móvil pocos metros después del dispositivo fijo.
Todo ello con el objetivo de cazar a los más listos y evitar así que los conductores vuelvan a pisar el acelerador tras pasar el control de velocidad. La DGT busca, de esta manera, reducir los accidentes por exceso de velocidad. Las multas por esta infracción ascienden hasta los 600 euros y la pérdida de 6 puntos del carnet de conducir.