Se endurecen los requisitos para quemar rastrojos a partir del domingo. Según una orden de la Junta, los agricultores sólo podrán prender fuego a restos de poda y de cosechas presentando una autorización, una declaración responsable y un informe técnico que demuestre riesgos fitosanitarios. También se podrá hacer en terrenos con mucha pendiente y en donde no se pueda trasladar esos restos.
Aunque el 16 de octubre entramos en periodo de riesgo bajo de incendios, el ejecutivo autonómico considera, por norma general, que los restos vegetales no pueden quemarse. Por lo tanto, los agricultores deberían triturarlos y, si no pueden, llevarlos a un centro especial para que sean reciclados.
UPA-UCE pide al ejecutivo regional que permita autorizaciones colectivas con un solo informe técnico, pues un informe por cada autorización individual supone un excesivo desembolso para el productor. Asaja Cáceres lamenta estas trabas. El año 2016 fue el último en el que el gobierno regional toleró el uso del fuego para acabar con los rastrojos sin apenas restricciones.