La siniestralidad laboral ha aumentado un 6% en el primer trimestre de este año, con respecto al mismo periodo del año pasado. De enero a marzo, en nuestra región, se han producido 5.400 accidentes laborales, uno de ellos ha acabado en muerte. Detrás de este repunte puede estar esa vuelta a la normalidad tras la pandemia. Macarena Mesas asegura que con los "ERTE había menos trabajadores en activo y con ello menos siniestros". La agricultura y la construcción, apunta, "son los sectores más afectados".
María Cidoncha, fisioterapeuta de Fremap, ha apuntado que las patologías más comunes son "las traumáticas como fracturas, luxaciones o esguinces". "También son frecuentes los trastornos músculo- esqueléticos por sobrecarga de las estructuras en trabajaos donde se realizan mucho esfuerzo".
Y es que la mejor manera de evitar estos accidentes es la prevención. Según Francisco González, director de Mafre de Mérida, "prevenir es la clave, si hay una política saludable de prevención de riesgos laborales en la empresa eso repercutirá en beneficio de la empresa y los trabajadores evitando bajas no deseadas."
En lo que llevamos de año se han dado casi 2.900 bajas laborales en nuestra región.