Las bodegas de vino extremeñas se temen lo peor estas Navidades. Y es que la subida de la luz, el gas o los combustibles ha encarecido el producto y además retrasa su llegada a los supermercados. Y el sector teme que todo esto se traduzca en una menor demanda.
Exportar el producto fuera de España cuesta siete veces más que hace un año. Lo saben bien en las bodegas López Morenas, que vende al exterior cada año el 60 por ciento de los 100 millones de litros que produce.
"Hace un año el envío de vino, por ejemplo a China, costaba 1.000 euros, y ahora cuesta más de 7.000. Y además, llegará a su destino más tarde"
El responsable de exportaciones, Francisco Blanco, ha explicado a Extremadura Noticias que "hace un año el envío de vino, por ejemplo a China, costaba 1.000 euros, y ahora cuesta más de 7.000. Y además, llegará a su destino más tarde". Y eso que cuando el mercado es internacional, los envíos se organizan con meses de antelación, sobre todo de cara a la Navidad.
Situación distinta viven en las Bodegas Habla, con una producción mucho menor, por ser vinos selectos y porque tienen como principal destino el mercado nacional. Producen en torno a 700.000 botellas anuales, de las cuales el veinte por ciento viaja al extranjero.
En cualquier caso, el coste del transporte nacional también ha subido, según señala su relaciones públicas, María Victoria Acero. Dice que "al final esto va a repercutir en el consumidor y como consecuencia nos está afectando también a nosotros, porque va a salir menos vino, porque los pedidos se van alargar en el tiempo".
Vinos de calidad, que exigen previsiones a largo plazo. Aún así, en la cercanía de las fiestas navideñas, se producen pedidos inesperados.
En cualquier caso, estas dos bodegas extremeñas sortean con esfuerzo las consecuencias económicas de la pandemia.