“Que tú te puedas marchar de la organización y sepas que vas a dejar a todo el equipo de dirección con una media de edad en torno a 20 años menos que yo, me parece que eso es apostar por un relevo generacional importante”. Así de claro lo tiene Lorenzo Ramos, secretario general de UPA. Nos lo cuenta en su plantación de flores de Valdelacalzada (Badajoz).
El dirigente agrario extremeño no pensaba presentarse a la reelección, pero la pandemia ha trastocado sus planes. Finalmente, continuará al frente de la Unión de Pequeños Agricultores en todo el país. Esta semana lo reelegirán en el cargo.
Cargo en Madrid; vida en Valdelacazada
Lorenzo Ramos lleva vinculado a la organización agraria desde los años 80, primero a nivel provincial, después regional y por último nacional. “Me siento orgulloso de haber estado ayudando muchas veces a agricultores y ganaderos a poder resolver problemas. Yo soy un afectado de los problemas directamente como lo son ellos, porque lo vivo en primera persona", nos cuenta entre frutales.
Su puesto estaba en Madrid, pero su trabajo y su corazón seguían en Valdelacalzada, una ajetreada vida para la que cuenta con una importante y cercana ayuda. “Ha sido realmente fácil hacer actividad sindical y siempre he intentado compartir con el resto de compañeros, pero gracias a que además he podido mantener mi explotación porque he tenido en primer lugar ayuda de mi hermano y de su familia y últimamente la de mi hijo y mi familia”.
Dice estar orgulloso de llevar más de tres décadas en una organización que ha ido creciendo con los años. El miércoles volverá a ser reelegido como secretario general para el que será su último mandato en el sindicato agrario.