Suben las temperaturas y continúan bajando las reservas de nuestros pantanos, que no llegan al 36 por ciento de su capacidad. 5.095 hectómetros cúbicos. Es la cantidad de agua embalsada que tenemos, a día de hoy, en nuestra región. Es un 10 por ciento menos que la misma semana del año pasado, y ya entonces había escasez. Un 30 por ciento por debajo de la media de hace una década.
Preocupa especialmente la cuenca del Guadiana. Los pantanos de la provincia de Badajoz se encuentran al 28 por ciento. La Serena y el Cíjara son los que tienen menos reservas. Un 14 por ciento el primero, que es el de mayor tamaño de la región, y un 17 por ciento el segundo. No mucho mejor está el de Alange, al 20 por ciento de su capacidad.
Riego y abastecimiento
El presidente de la Federación de Comunidades de Regantes del Guadiana. Francisco Javier Aguado afirma que la actual campaña de riego está muy avanzada y no habrá problemas, pero alerta de la situación en la que se quedarán los embalses y el consiguiente peligro para el próximo año. "Estamos ya en todos los embalses prácticamente en situación de alerta. Estamos en una de las situaciones más críticas desde la sequía del 93", apunta.
Estamos en una de las situaciones más críticas desde la sequía del 93
La alcaldesa de Alía, Cristina Ramírez, asegura que nunca había visto tan seco el pantano del Cíjara. La situación, dice, está afectando, sobre todo, a las pedanías de Puerto Rey y La Puebla del Cíjara. Según explica, muchos empresarios de la zona, fundamentalmente los que se dedican al turismo de pesca o embarcaciones, no pueden trabajar este año. Pero también afecta a otros negocios, como bares y restaurantes. De momento, no están teniendo problemas de abastecimiento, aunque están preocupados. "Si sigue bajando el nivel, tendremos que adentrar la toma unos 200 metros o nos quedaríamos sin suministro".
Tajo
Algo mejor es la situación en la cuenca del Tajo. El agua embalsada en la provincia de Cáceres está al 44 por ciento. El mayor de los embalses, el de Alcántara, está al 44 por ciento; el de Gabriel y Galán, al 47. Entre los niveles más bajos, el de Valdecañas, que se encuentra a un 20 por ciento de su capacidad. Pero hay otros más pequeños que están peor. Según el presidente de la comunidad de regantes, Manuel García, es algo que se repite cada año. "Por ejemplo, en Rosarito o en la zona de Moraleja. Tienen poca capacidad para almacenar agua y dependen mucho de la climatología. Siempre andan con la soga al cuello", aclara.
Las lluvias ahora dañarían los cultivos pero esperan que en otoño ayuden a recuperar los niveles.
Los desembalses dejan al pantano de Cijara casi seco