La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Extremadura (ARMHEX) ha recordado este jueves a los 300 extremeños, al menos, que sufrieron los horrores de Mauthausen y otros campos de concentración nazis.
El 5 de mayo se cumplen 77 años de la liberación de Mauthausen, en el que fueron asesinadas miles de personas.
Este colectivo ha aprovechado un año más esta feche para rendir homenaje a todos los republicanos extremeños que estuvieron internados en los campos de exterminio nazis, en especial en los de Mauthausen, Ravensbrück y Gussen, muchos de los cuales allí murieron en el olvido.
En un comunicado, ha subrayado que ninguna razón justifica el sufrimiento del que fueron víctimas por el solo hecho de ser o pensar de manera diferente, y ha advertido de que "la historia nos avisa".
"Hemos de estar alertas, porque desgraciadamente, hoy, setenta y cinco años después, vuelven a escucharse algunos discursos de exclusión e intolerancia que se parecen mucho a los primeros que dieron origen a la mayor barbarie cometida por seres humanos contra otros seres humanos", ha señalado la asociación.
El Consejo de Ministros aprobó en 2019 un acuerdo sobre la instauración el 5 de mayo como el día de homenaje a los españoles deportados y fallecidos en Mauthausen y en otros campos y a todas las víctimas del nazismo de España.
La Ley 1/2019, de 21 de enero, de Memoria Histórica y Democrática de Extremadura, que entró en vigor el 24 de julio de 2019, reconoce como víctimas a los extremeños que padecieron prisión, deportación, trabajos forzosos o internamientos en campos de concentración.
A juicio de la ARMHEX, esa finalidad de agradecimiento y reparación es la que, al igual que existe ya en otros países europeos, debe primar en un día de homenaje que como este.
En su opinión, toda actuación por parte de las instituciones será poca para visualizar en Extremadura a estas personas, exiliados republicanos, víctimas tanto del franquismo como del conflicto europeo y la dictadura nazi.
De los 300 republicanos extremeños, 222 procedían de la provincia de Badajoz y 78 de la provincia de Cáceres. Dos de cada tres extremeños deportados murieron en aquellos campos, según esta asociación.
Un libro recrea la historia de los extremeños en el campo nazi de Mauthausen