Continúa el juicio por el caso de Manuela Chavero en la Audiencia Provincial de Badajoz, en la jornada de tarde del tercer día de sesiones.
Continúa el juicio por el caso de Manuela Chavero en la Audiencia Provincial de Badajoz, en la jornada de tarde del tercer día de sesiones.
La sesión de tarde ha comenzado con la intervención de los peritos, especialistas en traumatismos y en criminalística.
Los peritos, expertos en antropología forense, han explicado que, gracias al estudio de los huesos, pueden conocer muchos datos sobre la vida y el fallecimiento de las personas. Todas las lesiones encontradas en el cuerpo de Manuela están desde encima de los ojos hasta el maxilar, y también en las costillas, han asegurado. "No me cabe duda de que el cadáver estuvo echado del lado derecho", han añadido.
Aseguran que el golpe de la nariz que presenta es incompatible con la caída de unas piedras encima de la cabeza tras el enterramiento, o con una caída desde la pala del tractor.
En cuanto a los ojos, explican que presentan lesiones que provienen de golpes directos, tanto en el izquierdo como en el derecho. Se trata, dicen, de un mínimo de dos golpes que en estos casos, "en un 90% se producen o por un puñetazo o un balonazo".
Las lesiones de las órbitas no pueden ser compatibles con el enterramiento o con la caída desde la pala del tractor, han asegurado, porque una caída así habría roto la nariz y la mandíbula. "Una caída de un metro no produce eso".
En cuanto a los dientes, consideran los antropólogos forenses, que las fracturas se deben a impactos directos. Uno de los dientes no presentaba raíz, y no lo encontraron. Sin embargo, la paleta sí tenía tierra dentro, proveniente del enterramiento. "Esa persona se enterró con ese hueco" que se produjo, dicen, antes del enterramiento. Tanto las fracturas de dientes como el arrancamiento de la paleta, valoran que no se pudieron producir todos tras un mismo impacto.
El hueso hioides es importante para el movimiento de la cabeza, el cuello, la mandíbula o la boca, y cuelga de las apófisis estiloides, que en los restos de Manuela Chavero estaban rotas. Los peritos entienden que esto puede significar que existe la posibilidad de que fuese estrangulada.
Los restos presentaban varias fracturas y lesiones en las costillas, con cinco afectadas. Consideran que para romperse las costillas superiores, es necesaria más presión que para las inferiores. Algunas de ellas, consideran los peritos, que pudieron deberse a haber tenido un peso encima que podría haber comprometido la respiración de Manuela.
Afirman que las lesiones encontradas en el cuerpo son incompatibles con una caída hacia atrás, y que las lesiones de las costillas son incompatibles con el enterramiento o la caída desde la pala.
Los antropólogos forenses concluyen que el cuerpo sufrió varios episodios de impactos violentos ejercidos con ira, posiblemente, y que provocaría el sangrado por las lesiones en la nariz o en la boca. Todas las lesiones que encontraron, en conjunto, consideran que pudieron provocar la muerte.
A preguntas de la defensa, los antropólogos forenses, han insistido en que el cuerpo estaba enterrado de lado.
Respondiendo a la defensa sobre las lesiones en los dientes, los antropólogos forenses han explicado que los dientes ya habían sido partidos antes del enterramiento, y se habían conservado por la bolsa de plástico, hasta el momento del desenterramiento, cuando de deshidrataron y rompieron. Todos menos el diente que fue arrancado de raíz y que no se ha encontrado.
En cuando a los restos de ADN procedentes del sangrado, los peritos explican que cuando se actúa con legía o se quema algo, quedará manchado pero no tendrá ADN.
A preguntas de los miembros del jurado sobre los huesos que no se han encontrado en la fosa donde se encontró el cuerpo de Manuela, han explicado que faltaba una rótula, algún hueso del pie y algún hueso de la mano. Consideran que se puso un especial cuidado en la cabeza durante la exhumación, pero no en el resto.
A continuación, testifican otros peritos que se desplazaron hasta el lugar e hicieron un informe pericial, solicitado por la defensa.
En la intervención de estos especialistas, han considerado que existen fracturas de nariz, costillas, y unas fracturas dentales. Pero consideran que no existían fracturas en los ojos. "No son fracturas definitivamente. Es una fisura anatómica normal".
Insisten en que es imposible porque en caso de un traumatismo, los huesos, antes de separarse, se rompen y se hunden, algo que no se aprecia.
Sobre la fractura de la nariz, estos especialistas consideran que se produjeron probablemente en post mortem reciente de uno, dos o tres días.
Sobre la fractura del hueso de la nariz, considera que cualquier impacto puede producirla, no necesariamente un golpe de un puñetazo, sino que una piedra de cierto peso puede productor su fractura.
Sobre las fracturas de las costillas, estos peritos entienden que la mayoría son por contusión, por un golpe directamente en esa zona de las costillas o en el esternón, excepto la de la novena costilla que consideran que es por compresión. Concluyen que hay tres eventos lesivos: uno frontal, otro en el pecho y otro en el lateral y que no hay elementos para saber si es una agresión u otro tipo de golpes, además de que estas lesiones no son grave ni comprometen la vida de una persona.
Estos expertos consideran que la causa de la muerte es imposible de averiguar.
"Que no tenga lesiones óseas no significa que no tenga lesiones cerebrales", han concluido estos peritos de la defensa, antes de que el juicio llegue a un receso.
A preguntas de la Fiscalía, estos peritos de la defensa consideran que las fracturas de los dientes no es posible que se produzcan de ningún golpe directo, porque un golpe produciría una rotura en un fragmento y no en varios fragmentos. Consideran que los dientes se deterioraron por efecto del tiempo.