Actividad de naturaleza de Alcor Extremadura en el embalse del Alcarrache (Barcarrota-Higuera de Vargas)
Como "una oportunidad para repensar el modelo turístico extremeño". Así se refiere el profesor y miembro del observatorio de turismo de Extremadura, Marcelo Sánchez Oro, a la crisis vivida en el sector a causa de la pandemia. Hace 15 meses Extremadura recibía un 1.800.000 turistas. En su paso por el programa 'Primera Hora', el sociólogo ha señalado que para volver a esa ratio y superarla es necesaria una clara apuesta por la digitalización, así como acabar con la estacionalización a la que suele estar ceñida el turismo extremeño.
Sanchez Oro ha reseñado que hasta ahora la mayoría de los visitantes de la región son turistas nacionales, de ahí que sea necesario postular a Extremadura hacia otros nichos de mercado como son el mercado internacional o el "turismo de paisano". Esta es la manera de referirse a "los más de 500.000 extremeños que viven fuera de la región y que la visitan con frecuencia".
Marcelo Sánchez se refiere a este sector como un nicho de mercado interesante pues en determinados periodos del año, sin ellos, algunas zonas estarían despobladas, y sin embargo, ahora "se nutren de estos turistas que le dan vida, activan recursos y la economía del lugar. Es importante estar atentos a qué valoran y a qué creen estos turistas que es mejorable. Hay que escucharles".
El estudioso ha reseñado que este nicho está incluido en la estrategia de la Junta de Extremadura de planificación turística regional que está en marcha con la mirada puesta en 2030, de la que ha elogiado, se trabaja mano a mano con empresas, administración y ciudadanía. "Si hay un sector donde no hay ideología política es en el turismo, los intereses regionales están por encima de cualquier posición".
Desde el punto de vista de Sánchez Oro, la crisis vivida obliga a repensar el modelo turístico extremeño y a detectar carencias para abordarlas. De hecho, destaca la escasa oferta de actividades que llenen de contenido el paso por la región, "por ejemplo con actividades en la naturaleza y complementarias, más allá del alojamiento y la comida". Algo que, a su juicio, lograría amortiguar uno de los grandes déficits de nuestro turismo: el número de pernoctaciones.