El equipo de rastreadores militares de la Brigada Extremadura XI comenzará en los próximos días el seguimiento epidemiológico de 3.000 nuevos casos de positivos o contactos directos de contagiados en la región. La Delegación del Gobierno en Extremadura ya ha autorizado ese refuerzo solicitado por el SES. Los rastreadores militares seguirán los casos que surjan en las áreas de salud de Badajoz, Cáceres, Plasencia y Coria.
"Nosotros necesitamos realizar unos 3.000 seguimientos más en esas áreas, ahora es el propio ejército quien debe organizarse porque es un organismo autónomo al que agradecemos enormemente su trabajo" ha manifestado el consejero de Sanidad José María Vergeles.
Operación Baluarte
En realidad desde que comenzaron su labor como rastreadores en octubre, el trabajo no ha cesado en las salas habilitadas por la Brigada Extremadura XI. Hasta 80 rastreadores militares han realizado el seguimiento de positivos y contactos de COVID en la región. En los últimos meses la actividad había bajado y apenas una decena de militares hacía labores de rastreo porque había muy pocos casos.
30 rastreadores militares
Ahora, con el aumento de la incidencia y por tanto de la carga de trabajo, el ejército vuelve a incrementar su actividad y el número de efectivos. "Nosotros calculamos que para realizar esas labores de rastreo de 3.000 personas necesitaremos una sección completa de la Unidad de Vigilancia Epidemiológica, lo que supone una treintena de militares que se incorporarán a ese tarea", ha confirmado el teniente coronel Agustín Delgado, jefe de la Oficina de Comunicación de la Brigada Extremadura XI.
Desde que comenzaron su trabajo en octubre, los rastreadores militares han realizado miles de seguimientos a contagiados y contactos de COVID en Extremadura dentro de la Operación Baluarte.
Los cien rastreadores militares de la Brigada Extremadura XI ya están preparados para trabajar