El grupo zaragozano Amaral revolucionó anoche el Teatro Romano de Mérida con una puesta en escena arrolladora en su cita con el Stone & Music Festival, donde "alucinó" por estar actuando en un escenario que es "historia viva".
Eva Amaral apareció desde la Valva Regia con un casco en la cabeza, una esfera de espejos que simulaba la mítica bola de discoteca, generando un impresionante juego de reflejos en el escenario y el público, mientras interpretaba "Señales", uno de los temas más populares de su último disco, "Salto a color".
“Es uno de los espacios más hermosos donde hemos actuado”
Ella, Juan Aguirre y los cuatro músicos que forman la banda se metieron al público en el bolsillo desde los primeros minutos: “Es uno de los espacios más hermosos donde hemos actuado”, dijo la vocalista al inicio del concierto, según ha informado la organización del certamen en una nota.
Casi sin respirar, con guitarra y armónica en mano, llegaron en cascadas "El universo sobre mí" y "Marta, Sebas, Guille y los demás".
"Es muy emocionante estar en este sitio que es historia viva”
El grupo estaba pletórico sobre la escena del monumento y así lo dijeron previamente y lo volvieron a repetir una y otra vez en el show: “Estamos alucinando con este lugar, es muy emocionante estar en este sitio que es historia viva”, afirmó Eva en alguna ocasión.
Pendiente en todo momento de lo que pasaba en la grada y los piropos que llegaban de ella, saludó a sus paisanos aragoneses presentes en el concierto y aprovechó además para reivindicar su sangre extremeña, sin olvidarse de agradecer la devoción del público, que una vez más llenaba el aforo permitido del Romano.
Amaral fue entrelazando sus temas nuevos con los más populares, todos coreados por el publico al unísono.
Llegaron "Nuestro tiempo", "Bien alta la mirada", "Ruido" y los más clásicos como "Moriría por vos" y "Días de verano".
Parecía que iba a llegar el final, pero llegó "Kamikaze", "Hacía Lo Salvaje", "Halconera" y de nuevo la espectacularidad en la puesta en escena: máscaras, rojo al más puro estilo Hollywood, espejos y cristal de nuevo.
Aún quedaría tres temas para llegar a "Peces de colores", con el que los de Zaragoza llegaron al final de un show de más de dos horas y media que, como dice su canción, fue revolución el Teatro Romano emeritense.