Los fenómenos extremos están este verano de constante actualidad, llegando incluso a hablar de fenómenos extremos compuestos: olas de calor y una sequía que propician el alto riesgo de incendios. Todos los ingredientes necesarios para que hablemos de un verano de récord. Pero no solo la intensidad de estos eventos es noticia este verano, también su extensión.
El Observatorio Europeo de la Sequía habla ya de que el 47% de la superficie del continente está en situación de prealerta y el 17% en alerta. Una sequía que va camino de ser histórica y que los ríos europeos ya notan. Desde el mes de junio hasta el 12 de agosto existe una anomalía negativa del caudal de los ríos del -29% llegando en algunos puntos al -62%.
La peor #sequía en 500 años en Europa y los ríos europeos lo notan: mapa de anomalías de caudales a fecha de 12 de agosto 2022. Anomalías positivas en azul, negativas en el rojo https://t.co/Hoxs3zhHoX
— RAM Revista del Aficionado a la Meteorología (@RAM_meteo) August 14, 2022
La menor exposición a este fenómeno en el norte de Europa está generando importantes impactos en la economía, así como cortes en el suministro. En países como Francia se ha creado un gabinete de crisis para hacer frente a la gestión de la sequía y son más de cien las localidades afectadas por los cortes de agua. En gran parte de Inglaterra ya se ha declarado de forma oficial la alerta por sequía, por lo que se ha dado vía libre a las empresas suministradoras de agua potable a llevar a cabo restricciones como la utilización de mangueras para regar, lavar el coche o llenar piscinas. En Alemania, el río Rin ha tenido que suspender el tráfico comercial por el descenso del caudal. En Italia también se ha declarado el estado de emergencia por la sequía. En el norte del país se han llevado a cabo medidas de racionamiento del agua para la agricultura y cortes en el suministro nocturno.
Una escasez de lluvias que de momento no se va a revertir. Para que esto sucediera deberíamos estar a las puertas de un otoño húmedo o muy húmedo y, según las previsiones estacionales, no parece que se vaya a compensar el déficit hídrico.
Sin previsión de lluvia: la sequía se agravará en las próximas semanas
