Segunda sesión del juicio por el crimen de Zafra en el que un hombre de 73 años mató a la inquilina de 59 años que tenía en su finca en enero de 2020. Hoy han declarado una docena de testigos.
El testimonio más relevante lo ha protagonizado el hijo del acusado. Ha relatado que su padre tenía miedo de la víctima. Según le trasladó, estaba cansado del comportamiento de la inquilina, que a pesar de tener una orden notarial para marchase de la finca todavía seguía allí.
Además se quejaba, ha asegurado el hijo, de que la víctima accedía sin permiso a los espacios personales que su padre tenía en la finca, de la que era propietario. Asimismo, le ha extrañado que su padre pudiese querer tener con su inquilina una relación sentimental.
La situación, según el relato del hijo, llegó al límite la noche anterior al crimen, cuando encontró a su padre desbordado y temeroso por la actitud de su inquilina.
Personalidad del presunto asesino
En esta segunda jornada también han declarado antiguos inquilinos de la finca, con los que el acusado llegó a un acuerdo para el cuidado de la casa y los animales que había en ella.
Fiscalía y acusación han centrado su interrogatorio en conocer detalles de la personalidad del presunto asesino. Los testigos han asegurado que su trato con ellos fue correcto y que, a pesar de que le pidió matrimonio a una inquilina y ésta se negó, nunca tuvo un comportamiento agresivo o de rencor. Sí han señalado que el acusado buscaba para cuidar la finca un perfil de persona con pocos recursos.
Por su parte, los dos veterinarios que trabajaban con el acusado han corroborado el amor que tenía por los animales, que se preocupaba por ellos y los cuidaba. Sobre el sacrificio de una perrita que afectó mucho a su inquilina, han reconocido que estaba justificado, porque se encontraba ya muy malita y le quedaban pocas semanas de vida.
Acudió al cuartel arrepentido
Por último, este martes también han declarado varios guardias civiles. Los primeros agentes que llegaron al lugar del crimen han destacado lo violento de la escena que encontraron, y confirmaron que la víctima tenía bastantes golpes. También hallaron la barra de hierro llena de sangre con la que el acusado hirió repetidamente en la cabeza a su inquilina.
Por su parte, el agente que tomó la primera declaración al presunto asesino en el cuartel de Zafra ha declarado que se entregó voluntariamente y que confesó que acababa de matar a una mujer. A preguntas del fiscal, este testigo ha asegurado que el acusado se encontraba en ese momento pesaroso y arrepentido.
Los abogados mantienen sus peticiones
Después de esta segunda sesión del juicio, Fiscalía y abogados de la acusación siguen manteniendo una petición de pena para el autor confeso del crimen de 25 años de cárcel. Las acusaciones van más allá y tratan de demostrar además un agravante de género, ya que consideran que el acusado buscaba un perfil de inquilino en particular: una mujer sumisa y vulnerable.
La defensa, en cambio, continúa pidiendo la libre absolución para su representado. Enmarca su proceder violento en un trastorno mental transitorio fruto de una situación emocional extrema a la que le arrastró la víctima. Asimismo, destaca que el acusado se entregó y se mostró arrepentido desde el principio, una vez se dio cuenta de lo que había hecho.
Mañana miércoles tendrá lugar la tercera sesión del juicio, que se celebra con jurado popular en la Audiencia Provincial de Badajoz. Está prevista la declaración de más guardias civiles y de los peritos.