Juana se jubilaba ayer tras 34 años ejerciendo como profesora. Y no fue una despedida al uso de un docente más, menos aún si cabe del área de Matemáticas. Y es que todo el Instituto Extremadura de Montijo, incluyendo a compañeros y alumnos, salían a despedirla entre aplausos.
El vídeo nos ha conmovido a todos y a ella en particular, y a día de hoy, aún le cuesta hablar de ello sin emocionarse.
Inició su andadura en el curso 89/90 y ahora más de tres décadas después "toca quedarse en la retaguardia". Aunque no es una retirada total "siempre seré profesora". En la localidad montijana ha ejercido durante 24 años, "Por mis manos han pasado chicos que hoy son compañeros, varias generaciones" y juntas le rendían ese improvisado homenaje.
Esta semana ha sido su primera semana sin clases aunque acudía al centro para realizar la transición con su sustituto cuando le dieron la sorpresa. "Fue una alegría inmensa. Me sentí querida y muy arropada" Un momento muy intenso que no esperaba. "Me llegaron al corazón" y no pudo reprimir las lágrimas.
"Fue una alegría inmensa. Me sentí querida y muy arropada"
Ella misma, hoy ejemplo, fue también la prueba de cómo un maestro puede llegar a cambiar una vida. "En mi caso fue Julián Borrego quién me dijo que yo valía para esto, porque yo me decantaba entre medicina y los números, y me quedé con ellos".
No se arrepiente de su decisión "Fácil no es, pero hay que echarle ganas y actualizarse". Reconoce que "La forma de enseñar es totalmente diferente" pero "no mejor ni peor" simplemente distinta.
Ahora toca una rutina distinta, "es una sensación agridulce. Tengo muchas cosas en mente pero también algo de añoranza" confiesa. Es momento de vivir y disfrutar. Lo merece.