Agentes de la Guardia Civil han detenido a un hombre y una mujer acusados de sustraer la tarjeta bancaria de un vecino de 85 años de la localidad cacereña de Logrosán, y robarle más de 30.000 euros.
La mujer detenida había estado trabajando en la vivienda de este hombre como empleada de ayuda a domicilio, un tiempo que "aprovechó para hacerse tanto con la tarjeta, como con la clave, que la víctima guardaba en su domicilio", con la que llegó a estafar más de 30.000 euros.
La investigación comenzó el pasado mes de diciembre, cuando la entidad bancaria puso en conocimiento de los agentes sus sospechas sobre la posible estafa que podría estar sufriendo un hombre de avanzada edad, cliente de la entidad, según relata la Guardia Civil en nota de prensa.
Los agentes abrieron una investigación en la que contactaron con la supuesta víctima, un hombre de 85 años, que se encontraba interno en una residencia de mayores de la zona, y averiguaron que este hombre desconocía funcionamiento de una tarjeta bancaria, pero que suele ser precavido a la hora de dar datos sensibles como es la clave de su tarjeta, salvo si se trata de personas de confianza.
Sobre esta línea de investigación, los agentes centraron sus sospechas en el entorno más próximo a la víctima, especialmente en aquellas personas que hubieran tenido acceso a su domicilio, justo antes de que ingresara en la residencia en octubre de 2022, ya que los cargos fraudulentos habían comenzado a realizarse en el mes de julio anterior.
Así, averiguaron que a la vivienda de la víctima había estado acudiendo una trabajadora de ayuda a domicilio, a quien le sustituyó otra trabajadora, durante varios días en verano, coincidiendo con el inicio de los cargos fraudulentos en la cuenta.
Por este motivo, la Guardia Civil centró sus sospechas sobre esta segunda persona, y continuando con la investigación, los agentes tuvieron conocimiento de un intento de uso de la tarjeta en el mes de diciembre, reintegro que no pudo consumarse al bloquearse la tarjeta y ser retenida por el cajero.
Esta operación había tratado de hacerla un varón, que resultó ser pareja de la mujer sobre la que ya recaían las sospechas, por lo que una vez obtenidos los indicidos, el pasado 3 de febrero fueron detenidas estas dos personas como supuestos autores de un delito de estafa continuada, y otro de descubrimiento y revelación de secretos.
Según relata la Guardia Civil, los ahora detenidos, "aprovechándose de la confianza de la víctima, habían obtenido los datos de su tarjeta bancaria" y la había utilizado para efectuar movimientos de dinero, en su perjuicio, de más de 30.000 euros.
Los detenidos han sido puestos a disposición del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción, en funciones de Guardia, de Logrosán.