21 Mayo 2021, 13:22
Actualizado 21 Mayo 2021, 13:22

La Guardia Civil de Cáceres ha podido finalmente resolver el caso de la desaparición de una mujer portuguesa de 85 años en agosto de 2018. A esta persona se le perdió la pista en una población cercana a la frontera, en el entorno de Valencia de Alcántara.

La investigación ha podido cerrarse gracias a la identificación plena de los restos óseos humanos hallados dos meses después de su desaparición en una finca de la localidad cacereña. La localización se produjo a escasos 50 metros de la frontera física con Portugal, durante una batida de caza.

Han tenido que pasar casi tres años para que estos restos hayan podido ser identificados por parte del Laboratorio de Criminalística de la Guardia Civil de Cáceres, del Instituto de Medicina Legal de Cáceres y del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses, a donde fueron enviados los restos óseos por la Benemérita.

Cotejo del ADN

El reconocimiento ha podido efectuarse tras comparar muestras de ADN de los huesos encontrados con el ADN del hijo de la mujer desaparecida, que fue quien interpuso la denuncia de la desaparición tanto ante las autoridades portuguesas como en el puesto de la Guardia Civil en Valencia de Alcántara.

La comparación reveló la compatibilidad plena del perfil genético de las dos muestras, con lo que el cadáver encontrado pudo ser oficialmente identificado como el de la mujer desaparecida.

Los restos no presentaban signos de violencia y la Guardia Civil ha cerrado el caso

Los restos óseos no presentaban ningún signo de violencia y una autopsia posterior así lo ha ratificado. La Guardia Civil de Cáceres ya ha informado a los familiares de la víctima y a las autoridades portuguesas, y ha dado por cerrada la investigación.