Las Villuercas y los Ibores fueron una de las zonas más afectadas por el viento y la lluvia ayer. Y sus efectos se han dejado notar hoy en los castaños.
Árboles partidos, ramas rotas, fruto caído...En algunas áreas se estima unas pérdidas que llegan al 50%: medio millón de castañas.
La asociación de castañicultores de las Villuercas se ha reunido hoy para evaluar daños y también pedir ayudas, como se ha hecho con otros sectores.
Está previsto que la campaña comience en unas dos semanas. Pese a la borrasca, confían en que el fruto sea de buena calidad.