La carretera de Navalvillar de Ibor, que este jueves quedaba totalmente cortada por culpa de un desprendimiento de tierra, ya ha reabierto al tráfico. Los fuertes vientos y lluvias provocados por la borrasca Ciarán taponaron tres carriles de esta vía por un desprendimiento de tierra.
Los operarios del servicio de carreteras limpiaron la zona, habilitando dos carriles en cada sentido y señalizando el desprendimiento. Se trata de una vía muy concurrida en la que, otras veces, también se han registrado desprendimientos. Por este motivo, hay instalada una malla de contención, que, en esta ocasión, no ha realizado su función debido a la cantidad de piedras.
De momento no se sabe la fecha de la reconstrucción de la malla de contención, puesto que la tierra continúa húmeda y, para este fin de semana, continúan las previsiones de lluvia y viento. Afortunadamente nadie ha resultado herido.