19 Febrero 2025, 18:55
Actualizado 19 Febrero 2025, 21:07

El consejero delegado de Iberdrola España, Mario Ruiz-Tagle, ha advertido de que el cierre del parque nuclear es "una decisión de país", por lo que ha llamado a "sentarse y conversar" sobre el calendario de clausura que se acordó en 2019, al considerar que "hay tiempo" para resolver la situación.

En su participación en el 22 Encuentro Energético organizado por IESE y Deloitte, Ruiz-Tagle ha asegurado que si "se buscan soluciones" al "agobio económico" que sufren las centrales nucleares, los operadores propietarios de estas plantas están dispuestos a "sentarse a la mesa" y seguir operando.

El directivo, que pide abordar este tema "complejo" de una "forma sosegada", recuerda que en España se toma "una decisión política por una mayoría gobernante" en el año 2019 de cerrar las centrales nucleares y las empresas propietarias se sentaron con Enresa y llegaron a un acuerdo de calendario para la clausura del parque existente, empezando en 2027 por Almaraz I y expirando en 2035 con Trillo.

De todas maneras, aclara que esa decisión se adoptó en una época y unas condiciones en donde en el mundo "lo que había era una prácticamente indubitada decisión de que la energía nuclear era una energía que perfectamente cumplía su ciclo de vida útil y que la irían cerrando todos los países".

Sin embargo, afirma que ese escenario, salvo en Francia, donde siempre se ha defendido la nuclear, a día de hoy ha cambiado y que si se quiere competir con "grandes monstruos" como Estados Unidos y China es necesaria la competitividad en el precio de la energía.

Así, recalca cómo la tendencia de cierre de la nuclear en Europa ha cambiado por completo. "Bélgica lo ha hecho, iba camino de cerrar, ha parado y ha dicho 'yo no sigo'. Alemania, ¿qué está intentando hacer hoy día? Rescatar lo que ha cerrado. ¿Por qué? Porque hay que mirar los ejemplos que han pasado. Alemania ha pagado una barbaridad por el coste de la energía durante esta crisis. Si hubiera tenido las nucleares hubiera pagado menos de la mitad", apunta.

Y es que en 2019 se acordó ese calendario de cierre nuclear por "obsolescencia económica", con una tecnología que sufre una carga de impuestos de 28 euros por megavatio hora (MWh), "entre impuestos propios, combustibles, reciclados, mantenimiento y las tasas autonómicas", frente a los 18 euros en otro país como Francia.

Ruiz-Tagle cree que la situación de la nuclear desde 2019 a ahora "desgraciadamente" no ha mejorado, con un incremento en la denominada 'tasa Enresa' -que pagan las centrales nucleares para financiar los costes de desmantelar todos los reactores, de construir siete cementerios nucleares y gestionar durante décadas los residuos radiactivos-, además de "una inflación interna importante" y un incremento de precios en el uranio.

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