La crisis comercial por los aranceles de Donald Trump puede ser una aliada para la continuidad de Almaraz. Podría ser el golpe de efecto definitivo para que el Gobierno se abra a revertir su cierre. Según ha sabido Canal Extremadura, el ministro de Economía y el PP nacional ya estarían hablando sobre ello. Algo a lo que también apunta el diario El Español.
La continuidad de Almaraz, confirman desde Génova, forma parte del decálogo antiaranceles propuesto por los populares. Sobre ese decálogo ya hay conversaciones con el ministro Carlos Cuerpo, pero sin avances de momento.
"No hay novedades al respecto y no hay ningún tipo de avances en una negociación en la que el Gobierno se niega simplemente a aceptar propuestas reiteradas del Partido Popular", ha explicado hoy Alberto Núñez Feijóo.
Desde el Ministerio de Economía aclaran que "no se ha entrado a discutir ninguna medida concreta adicional" al plan antiraranceles. En su aclaración, Economía no niega sin embargo conversaciones entre el Gobierno y el PP nacional.
Por su parte, la Junta no entra a valorar si estas conversaciones sobre Almaraz se están produciendo, pero sí reconocen un cambio de escenario que las haría factibles. En opinión de Victoria Bazaga "hay un giro por parte del Gobierno hacia lo que es evidente, es decir, que no se puede cerrar la central nuclear". Y añade la portavoz del Ejecutivo extremeño: "entonces estarán buscando, me imagino, soluciones".
El PP nacional tiene presentada en el Congreso de los Diputados una proposición de ley para alargar la vida de la nucleares, que tendría ya el apoyo necesario para seguir adelante. Esto podría forzar al Gobierno central a pactar con los populares, para evitar un revés parlamentario.
La apuesta de Europa en favor de la energía nuclear es otro argumento que invita al optimismo. Pero el tiempo se acaba, porque junio es el punto de no retorno para salvar Almaraz.
El reactor de la central nuclear extremeña Almaraz I tiene como fecha prevista de cierre noviembre de 2027, y Almaraz II octubre de 2028. Los dos reactores de Ascó, en Tarragona, se apagarían en octubre de 2030 y septiembre de 2032, respectivamente. La central de Cofrentes, en la Comunidad Valenciana, cesaría su actividad en noviembre de 2030, y Trillo (Guadalajara) en mayo de 2035.