Dicen que estos Juegos Olímpicos son los más “raros” de la Historia reciente por la actual pandemia. Y no seré yo quien diga que no. Pero su rareza puede ser aumentada si añadimos la amenaza meteorológica. Se confirman las previsiones: el tifón Nepartak se dirige decididamente hacia Japón como espectador del evento deportivo.
Los modelos apuntaban esta posibilidad hace 4 o 5 días y sus actualizaciones mantienen esa misma línea. Se espera que el centro de bajas presiones llegue al este del país nipón mañana martes, siendo Tokio, sede de los Juegos Olímpicos, una de las áreas más afectadas.
Nepartak, el octavo tifón de la temporada, avanza lentamente hacia el oeste a unos 30km/h, con una presión en su ojo de 992hPa y rachas de viento de 108km/h, según se aprecia por imágenes de satélite.
Los modelos arrojan previsiones de hasta 150l/m2 en Tohoku (al norte del país) y de 120 en Kanton-Koshin en el centro de la isla. Se temen inundaciones en zonas bajas, crecidas de ríos y deslizamientos de tierra debido a las precipitaciones, además de fuerte oleaje y marejadas ciclónicas.
Como medidas preventivas, mañana se cancelarán varios servicios de tren que conectan Tokio y el noreste de Japón, además de varias líneas de trenes locales de la región. Y en cuanto a las competiciones, las del martes por la mañana continuarán con su programación prevista, a excepción de las de remo y de tiro con arco que han sido postpuestas para evitar males mayores.
"Nos gustaría garantizar la seguridad de todas las personas relacionadas con los eventos. Notificaremos lo antes posible si se realizan cambios", declara Masanori Takaya, un funcionario del comité organizador.
Tras pasar por Japón, en las jornadas siguientes cambiará gradualmente su rumbo, por efecto de la rotación terrestre, al tiempo que su estructura interna comenzará a cambiar. Ya no se alimentará del calor liberado por la condensación del vapor de agua, sino por arrastrar sobre sus laterales masas de aire distintas. Entonces, se habrá transformado en una borrasca común y corriente y se integrará en la Circulación General de la Atmósfera.
El último tifón que afectó a la zona fue Lionrock en 2016. Tocó tierra en Tohoku y causó decenas de víctimas.