Cartel de la Feria del Libro de Badajoz 2020
Las ferias del libro dinamizan el mercado, mantienen a las pequeñas (y grandes) librerías y son un escaparate para las editoriales. Este año tan raro, tan doloroso, tan incierto, los libros han sido una buena compañía cuando no se podía salir de casa.
Unos días después del anuncio de que la Feria del Libro de Madrid se suspende irremediablemente (la salud pública manda), la de Badajoz anuncia fechas y autores: se va a celebrar del 11 al 20 de septiembre, con 32 casetas: algunas dobles. Las que no lo sean, separadas entre sí dos metros. Las casetas también serán más grandes, sobre todo la infantil. Habrá teatro en el López de Ayala para los más pequeños, siempre con su distancia de seguridad y sus mascarillas. Habrá guiñoles y cuentacuentos. Y habrá palabras.
Unos días después del anuncio de que la Feria del Libro de Madrid se suspende irremediablemente (la salud pública manda), la de Badajoz anuncia fechas y autores
Javier Cercas charlará con el profesor Ángel Silva sobre "El placer y la utilidad de la literatura": así se titula este diálogo que servirá como pregón. Quizá no sirva para nada, pero por qué habría de servir, nos preguntamos. Lo que sí sabemos es que produce gozo, a veces, y otras veces, dolor y otras, alegría.
Y podría servirnos como cierto tipo de redención, además. O como homenaje, si uno escribe: eso ha hecho Fernando Savater: recordar a su mujer, Sara Torres Marrero. Presentará La peor parte, que ha editado Ariel. Hablará sobre el amor, esa cosa tan sencilla de reconocer, tan difícil de explicar. Será el jueves, 17 de septiembre, a las 20:15 h. También vendrá Manuel Vilas, el 12 de septiembre a las 21:15: le debemos Ordesa, uno de los fenómenos literarios de los últimos años.
Realmente, lo confesamos, no sabemos si hablarán específicamente sobre sus últimos libros: eso es lo divertido de la Feria del Libro de Badajoz: que uno va a una de estas conferencias sin saber qué va a sacar de ellas. Por cierto, Vilas y Cercas fueron los dos galardonados con el último Planeta: Cercas ganó con Terra Alta y Manuel Vilas quedó finalista con Alegría.
"Hemos hablado con los jóvenes", dice Paloma Morcillo, la concejala de Cultura pacense. Siempre atienden a todos los públicos: este año, con videojuegos (Ángel Luis Sucasas y José María Villalobos), o con Álvaro Pascual y Rodrigo Septién, Pascu y Rodri, los responsables del canal de YouTube "Destripando la historia", o con la novelista Mercedes Ron o el poeta instagramero César Brandon. Habrá espacio para la literatura romántica, con Alice Kellen, o para el periodismo especializado (en espionaje) con Fernando Rueda.
También hay espacio para otros intereses: Ana Merino es poeta, es hija del académico José María Merino, es una de las mayores expertas en cómic que se conocen, es catedrática en escritura creativa en español y estudios culturales en la Universidad de Iowa y ha escrito su primera novela, El mapa de los afectos, con la que ganó el premio Nadal el día de Reyes, ese 6 de enero que nos parece tan irreal y en el que no se presagiaban todas las historias individuales que nos ha dejado el coronavirus. De eso quería escribir ella: de la gente buena.
Lorenzo Silva, Reyes Monforte, la cantante Christina Rosenvinge con su primer libro (Debut. Cuadernos y canciones, en Random House) y muchos otros pasarán por la carpa de conferencias de la feria del libro pacense. También habrá presentaciones de libros: los de la colección de autores portugueses de la editorial La Umbría y la Solana, La agonía del búho chico de Justo Vila (Trifaldi) o Ahora, de José Antonio Zambrano, en Pre-Textos.
Habrá editoriales como Liliputienses, en la caseta de la distribuidora Librerantes (que lleva a varias pequeñas editoriales de las más interesantes del país), La Moderna o Aristas Martínez, todas extremeñas, pero también otras venidas de otras latitudes, pero muy queridas, como Lastura o Vaso Roto. Y no estará Universitas, que se vendió a La Casa del Libro. Ni tampoco Ángel Gata, que se nos fue tan pronto y que le daba todos los significados a la palabra "librero".
Se presentarán una cincuentena de libros, podremos comprar y que nos aconsejen, pasearemos con algo más de frío que en mayo, pero con la calidez que nos dan los encuentros y la rutina. Y los libros volverán a acompañarnos, como siempre.