El perfecto estado de conservación del patrimonio y la belleza de su entorno monumental y natural han hecho de Trujillo uno de los platós de cine más cotizados a lo largo de los años. También a nivel internacional.
Así, hemos visto su extraordinaria Plaza Mayor convertida en campo de batalla en 'La Casa del Dragón' o su impresionante Castillo transformado en el feudo defensivo de los Lannister en 'Juego de Tronos'. Superproducciones que muestran Trujillo al mundo y que se convierten en un filón turístico.
Series y películas que además de grabarse en la memoria de los espectadores, en muchas ocasiones, contribuyen también al patrimonio. Elementos que han quedado para la posteridad, cedidos por las productoras, y que ya forman parte de la imagen de la ciudad. Y aunque a veces la huella que dejan algunos rodajes no es del todo positiva, las intervenciones siempre están supervisadas (y a posteriori revisadas) para minimizar cualquier daño o descuido.
Porque, aunque la idea es conjugar sostenibilidad y desarrollo económico, prima la conservación de esta joya medieval con increíbles edificios históricos por los que parece que no han pasado los siglos.