Es el plato estrella de las Navidades, así que muchos restaurantes sirven ya a diario cordero extremeño.
Hemos visitado uno de los más grandes, en Mérida. Aquí compran una media de 130 o 140 corderos sólo para la campaña de navidad. Y el precio se ha incrementado dos euros en carta, debido al incremento de los costes.
La IGP Cordero de Extremadura es una de las certificaciones de cordero más importantes de España y de la Unión Europea. Corderex estima que este año certificarán en torno a 80.000 kilos, y esto significa que cae la producción con respecto al año pasado entre un 20 y un 30%. Entre los principales motivos de ese descenso: la sequía y que cada vez se come menos esta carne.
El cordero extremeño se vende sobre todo en nuestro país, donde se queda el 70%, aunque también exportamos principalmente a Italia y Francia. Y a otros países como Japón o la Inidia, donde justo ahora se encuentra un equipo de CORDEREX para abrir allí un nuevo mercado.
Las explotaciones de ovino, como una que hemos visitado en Campanario, ven la temporada de Navidad casi como una salvación. Es ahora cuando se produce el mayor volumen de ventas, tras un año complicado para el sector. Complicado porque la sequía, dicen los ganaderos, ha provocado un aumento de los costes de producción.
Sólo aquí esperan vender entre 300 y 400 piezas, todas de indicación geográfica protegida.