La crisis de abastecimiento llega, también, a las bodegas extremeñas. Y lo hace, además, a las puertas de la campaña más importante del año, la Navidad.
A las dificultades provocadas por la falta de negocio durante la pandemia para el sector vitivinícola, se suman ahora los problemas de logística para la exportación de los caldos extremeños. Los principales productores alertan de un problema para entregar la mercancía a los clientes, por las dificultades para su transporte.
"Los clientes están desesperados por recibir y, ahora, el problema que tenemos es que aquí hay 100 mil botellas y tenemos que servir otras 100 mil este mes".
Desde una de las principales bodegas de Tierra de Barros, Viñaoliva, su responsable comercial Matthew Stewart apunta a las navieras como uno de los principales problemas para enviar la mercancía. Asegura que estas no encuentran huecos en sus barcos para transportar el vino. "Los clientes están desesperados por recibir y, ahora, el problema que tenemos es que aquí hay 100 mil botellas y tenemos que servir otras 100 mil este mes".
Un problema que se agrava ante la inminente llegada de la Navidad. Desde Viñaoliva, por ejemplo, buscan alternativas, como la vía terrestre, para hacer llegar la mercancia a sus clientes en Reino Unido, Rusia, Alemania o Corea del Sur.
Pero no sólo en la logística está el foco del problema. También está en el suministro de materias primas necesarias para el envasado de los vinos, como envases de plástico, corchos, botellas, etc.
Asegura Stewart que, además, hay graves problemas de suministro de vidrio. Problemas, eso sí, que en Extremadura tendrán menos impacto. En la región tiene mucho más peso la venta de vino a granel. En la campaña 2020-2021 la región ha producido 2,5 millones de hectólitros, de los que se envasa el 30 por ciento en general, el 10 por ciento son vinos de calidad.
Extremadura prevé perder 100 millones de hectólitros de vino esta campaña
