En el País Vasco, en Orduña, siguen recuperando cuerpos de represaliados por el franquismo. En esta tercera fase calculan que hallarán los restos de una treintena de personas. La mayoría de ellos son de extremeños, principalmente de la zona de la Serena. Sufrieron un doble castigo: detenidos por su ideología y alejados de sus familiares hasta la otra punta del país. Murieron en un campo de concentración de hambre y de frío. El reto ahora es localizar aquí en la región a los familiares de estas personas.