Ya está en vigor la nueva normativa de sistemas de retención infantil en carretera, cuyo principal cambio es que las sillas para niños se determinarán según su altura, en lugar de su peso, como se hacía anteriormente. El objetivo es mejorar la seguridad de los más pequeños durante los desplazamientos en automóvil.
Manuel Álvarez, responsable de una tienda especializada en productos infantiles, explica que la diferencia entre esta normativa y la anterior es que la silla se mide ahora por altura, no por peso. "Antes, si la cabeza del niño sobresalía por encima de la silla, había un error de seguridad. Por eso se cambió el criterio a la altura”, ha asegurado.
Otro cambio relevante es que las sillitas deben colocarse en contramarcha hasta que el niño cumpla 15 meses, frente a los 9 meses establecidos previamente. Esta recomendación busca reducir los riesgos en caso de accidente. Es obligatorio hasta los 15 meses, pero lo ideal sería mantener la contramarcha hasta los cuatro años, "porque es mucho más seguro”, ha señalado Álvarez.
Ajustarse a las nuevas reglas
Aunque las sillas antiguas que no cumplan con la nueva normativa seguirán siendo válidas para su uso, ya no será posible comprarlas. Muchas familias ya están buscando información para asegurarse de que las suyas se ajusten a las nuevas reglas.
El uso de sillas con el antiguo reglamento no será sancionado, pero las nuevas compras deberán basarse en la altura del niño. No cumplir con esta norma podría conllevar multas de hasta 200 euros y la pérdida de 4 puntos del carnet de conducir.