Se acabaron las clases y ahora por delante los pequeños tienen casi tres meses de vacaciones. Como todos los veranos, un quebradero de cabeza para las familias para poder atender trabajo, casa y pequeños. Este año, con los abuelos ya vacunados, vuelven a ser pilar indispensable. También han crecido los campamentos, pero sobre todo en ciudades extremeñas.
Hemos hablado con familias de varios puntos de la región. Y en las poblaciones pequeñas se quejan de falta de actividades. Belén vive en Puebla de la Calzada. "¡Qué hacemos con los niños! No hay solución", nos cuenta. En su caso trabajan los dos, padre y madre. La familia es la primera opción para muchos. El año pasado mantuvimos a los abuelos protegidos, en éste toman el protagonismo. Nos lo cuenta Gloria: "De nuevo nos toca a los abuelos, el año pasado no me tocó porque había miedo con la COVID". Un padre, Jesús, lamenta que ya no haya teletrabajo para conciliar y sí para el coronavirus.
"De nuevo nos toca a los abuelos, el año pasado no me tocó porque había miedo con la COVID".
Entre familia, vacaciones y campamentos
Ana, que trabaja en Torremayor, en Badajoz, no ve soluciones fáciles. "El tema de la conciliación familiar en verano siempre es muy difícil", nos cuenta, "sobre todo para los que no tenemos familia para poder dejar a los niños".
Hay cientos de campus, campamentos o academias de refuerzo, pero tras un año difícil económicamente no todos tienen ese recurso. En Puebla de Obando y Badajoz, un campus, deportivo ha adelantado su entrada a las nueve menos cuarto para permitir conciliar. Lo dirige Fernando D'Amico, que detalla que "los niños pueden entrar a partir de las 08.45h, damos facilidades a los padres con este servicio gratuito".
"Los niños pueden entrar a partir de las 08.45h, damos facilidades a los padres con este servicio gratuito".
Un verano de descanso merecido para los pequeños pero difícil de cuadrar, ahora, para las familias.