Cáceres
1 Julio 2022, 16:12
Actualizado 1 Julio 2022, 16:12

Los centros y profesionales sanitarios extremeños cuentan desde hoy con un protocolo de actuación para que los sanitarios sepan actuar ante cualquier sospecha de ictus en un paciente menor de edad. Este protocolo permite mejorar su pronóstico, así como reducir las secuelas en caso de que un niño o niña lo sufra de manera aguda.

"Aunque la mortalidad es más baja y prácticamente no llega al 10%, los niños que sufren esta enfermedad pueden quedar con secuelas neurológicas importantes", ha señalado José María Ramírez, jefe de unidad de ictus y profesor de la Universidad de Extremadura.

El tiempo de atención es un factor vital para evitar sus secuelas, pero su escasa incidencia en los menores de edad, junto con el desconocimiento de sus síntomas, puede retrasar su diagnóstico. Para combatirlo, un grupo de profesionales sanitarios que atienden el ictus infantil en fase aguda ha elaborado este protocolo denominado "Código ictus pediátrico".