15 Enero 2022, 21:07
Actualizado 15 Enero 2022, 21:07

Cuando adquirimos productos alimenticios como el jamón es importante mirar el etiquetado. Ofrece una valiosa información, como el número de registro sanitario y la trazabilidad (el conocimiento desde su origen, su tratamiento y destino final).

En la etiqueta se puede comprobar si el productor ha cumplido con el tratamiento sanitario y ha pasado todas las inspecciones necesarias, nos cuenta Manuel Rodríguez, responsable de la norma de calidad 'Matarrevalva'. No conocer la trazabilidad del producto puede suponer riesgos para la salud. 

El producto que no se ha sometido a todas las pruebas sanitarias, el que se haya saltado algún paso, puede experimentar un crecimiento bacteriano que puede afectar seriamente al consumidor. 

Se trata de un proceso en el que hay muchos actores implicados. Se inicia en los ganaderos, pasa por los veterinarios, la administración y todos los profesionales de la norma de calidad.

No cumplir las reglas puede derivar en sanciones por parte de la administración; y en algunos casos, como el que hemos conocido esta semana, puede acabar con problemas judiciales graves. La Guardia Civil descubrió una importante estafa en el etiquetado y envasado de jamones en Zafra. Se incautó 19.600 jamones y paletas que se destruirán al no pasar todos controles sanitarios ni estar almacenados en lugares con las condiciones de conservación reglamentarias.

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Imágenes de los jamones retirados
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La Guardia Civil destruirá casi 20.000 paletas y jamones por un fraude en la comercialización