Los agricultores y ganaderos extremeños, convocados por APAG Extremadura Asaja, se han manifestado esta mañana a las puertas de Presidencia de la Junta de Extremadura. Una protesta motivada por su disconformidad absoluta con la normativa actual que regula la quema de restos de poda y rastrojos en el campo.
La normativa fue modificada por la Junta y publicada en el DOE en el día de ayer. Pese a que estos cambios la hacen más flexible (ya no es necesario presentar una fotografía georreferenciada o el análisis del laboratorio) consideran que solo ha sido "un lavado de cara". Así lo ha denominado Juan Metidieri, presidente de Asaja, que también ha explicado que la solución pasa por "derogar las actuales órdenes y que sean más permisivos, al igual que lo fueron el año pasado".
Además, aseguran que la Orden extremeña es la más restrictiva de toda España. Actualmente, los agricultores tienen que presentar una declaración responsable y un informe técnico, que diga la plaga detectada, la superficie afectada y asegure que la quema es la única forma de evitar la propagación de la enfermedad.
Hasta ahora se han tramitado 5.000 solicitudes para quemar los restos vegetales y de poda
