La sequía está obligando este verano a algunos ayuntamientos a cortar el suministro de agua durante algunas horas. Es el caso del municipio cacereño de Jerte, pero sus vecinos han convocado una protesta porque consideran que los cortes están perjudicando gravemente al turismo. "Yo tengo una tienda de alimentación y estoy viendo cómo el turismo se nos va. Nos está repercutiendo en torno a un 30 o 40% de la facturación. Nosotros hacemos un equilibrio, lo que sacamos de más en verano es para poder subsistir en invierno", asegura Santiago Estévez, un empresario local.
Piden la construcción de dos balsas
El centenar de vecinos que se ha manifestado asegura que llevan más de tres años sufriendo situaciones así, por lo que han pedido la dimisión del alcalde. Aseguran que ha realizado una gestión deficiente del agua. "La gestión es penosa, no se ha hecho nada bien", afirma el presidente de la Asociación Turismo Rural de Jerte, José Santiago.
Actualmente la localidad se abastece de la zona más baja de la Garganta de los Papúos. De ahí llega agua a las casas y a las empresas y agricultores. Piden que de manera urgente se haga una nueva acometida de agua un kilómetro más arriba en esa misma garganta donde actualmente hay, aseguran, muchísima agua. También piden al consistorio que realice la construcción de dos balsas, una destinada al consumo humano y la otra para empresas y agricultura.
El alcalde se defiende
La Junta de Extremadura y el ayuntamiento llevan años tratando de realizar ambas infraestructuras, según el alcalde. Asegura que ya se están realizando catas para ver dónde se van a instalar. Además asegura que la Diputación de Cáceres les ha facilitado varios camiones cisternas para ser utilizados en caso de emergencias. Son medidas que no gustan a los vecinos que han protestado. Aseguran que la próxima semana se van a volver a manifestar.
