La escenografía de “Jason y las Furias” cobra vida gracias a la imaginación de Mónica Teijeiro. Su propuesta adapta el decorado al viaje interior que realiza Jasón, sin ignorar ni camuflar el teatro romano, sino integrándolo como parte esencial del montaje.

El elemento central es el Argos, el barco de Jasón. En el Hades, el navío aparece destrozado, y esa es la imagen que inspira el diseño de Teijeiro: un barco que al mismo tiempo se construye y se descompone en un naufragio.

"Deconstruir el barco para que fuera casi como un naufragio"

Mónica Teijeiro, diseñadora de la escenografía: “La idea era deconstruir el barco para que fuera casi como un naufragio… por eso las texturas que utilizamos son como quemadas, blanquecinas por el salitre, con velas sucias y estructuras que recuerdan al esqueleto roto de un barco.”

A partir de ese casco que se descompone la escenografía sugiere también otros espacios, apoyada en un prisma triangular que marca la popa y que permite modificar la configuración del barco a lo largo de la función.

Teijeiro: “Realmente lo que marca un poco el barco es este prisma triangular. La vela se mantiene, y en algún momento gira: vuelve a ser barco, pero con otras posiciones.”

“Hemos aprovechado las telas para proyecciones"

La vela principal se convierte así en un elemento clave de la dramaturgia visual, gracias a su versatilidad y a su uso como soporte para proyecciones. “Hemos aprovechado las telas para proyecciones. Todo el tema de los niños se trata con lo audiovisual.”

El mayor reto para la diseñadora ha sido conseguir que esta propuesta no desentonara con el imponente frente escénico romano, sino que formara parte de él: “No puedes ignorarlo ni puedes camuflarlo: tienes que integrarlo.”

El resultado: una escenografía que transforma el Teatro Romano de Mérida en un viaje por la memoria y las cicatrices de Jasón.

Las furias, figuras mitológicas que encarnan el remordimiento, la venganza y el castigo, cobran vida en la puesta en escena de Jasón y las Furias. La obra propone un viaje intenso a la conciencia de un héroe, para enfrentarse a sus errores del pasado.

Una Estética Inspirada en el Vellocino de Oro

Antonio C. Guijosa, director de la obra, explica la relación entre los elementos visuales y la presencia de las furias en escena:  “Los relaciono a nivel estético con el vellocino de oro porque Jasón es el famoso Jasón del vellocino de oro de Jasón y los argonautas y entonces eso lo hemos transformado en que la estética de las furias, uno de los elementos que es la máscara, tiene mucho que ver con un carnero dorado.”

La puesta en escena, con un diseño visual contemporáneo, consigue que las furias se conviertan en un símbolo tangible del castigo.

La Versatilidad de los Actores

Sobre el escenario, hasta cinco actores alternan distintos personajes mientras interpretan a las furias. Lucía Fuengallego comenta: “De hecho hemos tenido que hacer un poco encaje de bolillos para irnos dando el relevo, pero yo creo que ha quedado un trabajo muy bonito porque de hecho el texto es compartido. Hay frases que empieza uno, termina otro, o de repente se doblan las voces.”

Esta dinámica permite que la obra se desarrolle con fluidez y mucho ritmo. 

Un Héroe Frente a Sus Errores

Jasón, interpretado por José Vicente Moirón, se enfrenta a sus decisiones pasadas a través de un espejo simbólico. José F. Ramos: “Y le obliga a aceptarlo y a asumir la verdad de lo que hizo.”

Alberto Lucero: “Conseguimos, desde una parte un poco fría apaciguar esa soberbia que tiene Jasón y ponerle un poco en su sitio, y decirle ‘¿qué has hecho?’”

Encarnan la conciencia de un héroe atormentado y disfrutan torturándolo.

La Prueba del Vellocino

Camila Almeda: “Cuando le estamos recordando a Jasón la aventura que supuso conseguir el vellocino, ahora lo va a tener que repetir a modo de prueba ante nosotras, para ver si él, sin ayuda de Medea, puede conseguir el vellocino de nuevo.”

Como adelanta el título del texto original de Nando López, esta es la historia de Jasón y de las furias: un viaje al corazón de la culpa y la venganza en el mundo de la mitología con una visión contemporánea.