Los arqueólogos denuncian la precariedad laboral que sufren. En España hay más de 2.500. Ahora muchos de ellos se han unido en una plataforma bajo las siglas de PEPA (Plataforma Estatal de Profesionales de la Arqueología). Trabajan principalmente en la construcción y en ocasiones como falsos autónomos.
Carlos Caballero es el portavoz de la plataforma. Lamenta que, a pesar de que ejercen una importante labor, su trabajo no está reconocido. No cuentan con convenio colectivo, no se les reconocen enfermedades propias de su labor, hay mucho intrusismo al no haber un control de la profesión, sufren precariedad laboral y abundan los falsos autónomos.
A los arqueólogos se les requiere en zonas protegidas y en aquellas que podría haber yacimientos. Están desde que empieza hasta que finalizan los movimientos de tierra, tanto en obras de particulares como de las administraciones públicas.
Andrea Menéndez es también miembro de la plataforma. Asegura que en Extremadura sólo pueden dirigir una obra a la vez, por lo que hasta que no concluye una no pueden pasar a otra. "Este mes -relata - estoy esperando una documentación y, por lo tanto hasta que no llegue, estoy atada de pies y manos".