El Tribunal Supremo da la razón a un soldado de la Brigada Extremadura XI y obliga a la Guardia Civil a cambiar sus normas de ingreso. La sentencia, a raíz de la denuncia del militar, ordena admitir a quienes tienen lentes intraoculares. Y dice que los requisitos en los procesos de selección no deben aplicarse de forma automática, sino que han de interpretarse según los casos.
Una sentencia que sienta doctrina. El joven de Bótoa deberá además incorporarse de manera inmediata al centro docente de la Escuela de Cabos a la que aspiraba a entrar.