El mar Mediterráneo está este verano con una temperatura muy cercana a la del mar Caribe. Según datos del Centro de Estudios Ambientales del Mediterráneo (CEAM) está en torno a los 30 ºC, es decir, una anomalía cálida muy significativa en todo el sector del Mediterráneo occidental. En puntos de las islas Baleares se llega a este valor y, como decíamos, muy próximo a los 29-32 ºC del Caribe.
Valores desmesurados, sobre todo en Baleares
En puntos del archipiélago balear la temperatura de la superficie del mar está cercana a los 30 ºC. En el punto de medición de Sa Ràpita, hacia el sur de Mallorca, llevan varios días con temperaturas en el rango de los 30 ºC. También en la bahía de Palma la temperatura es muy cálida con 29 ºC.
En otros lugares del Mediterráneo la temperatura no es tan elevada, aunque el CEAM indica que en el Golfo de Valencia la temperatura del agua es de unos 28-29 ºC. Tanto en Cataluña, como en la costa murciana y el mar de Alborán, las temperatura es más baja, en el Cabo de Gata (Almería) el agua está a unos 25 ºC.
El agua del Mediterráneo está muy cálida, y la del Atlántico?
La situación en el Mediterráneo es totalmente anómala. La temperatura de la superficie del mar es muy superior a la media climatológica para esta época del año. La mayor anomalía en la cuenca mediterránea aparece en el entorno del Golfo de León, donde llega a ser superior a los 6 ºC. En general, es muy destacada en todo el Mediterráneo occidental. Únicamente en áreas de Grecia tienen temperaturas por debajo de la media.
Mientras tanto, en las costas del Atlántico peninsular la diferencia es muy destacable. En el Cantábrico la temperatura oscila entre los 17 y los 19 ºC y en el Golfo de Cádiz se sitúa alrededor de los 21 ºC. Si nos desplazamos a las islas Canarias la temperatura es ligeramente más elevada, en el rango de los 20 a 22 ºC en todas las islas, excepto en La Gomera donde la temperatura es algo más suave, en torno a los 23 ºC. Y, si nos desplazamos al país vecino, en Portugal la oscilación entre el norte y el sur es reseñable. En las costas del norte apenas superamos los 16 ºC, mientras que en el sur alcanzamos los 22-23 ºC. Como podemos ver, la diferencia entre las aguas del Mediterráneo y el Atlántico llega a ser hasta de 12 ºC.
Atención a la formación de futuras DANAS
Un mar tan cálido implica alteraciones en el régimen de brisas. Si la diferencia entre la temperatura del mar y la superficie de la tierra no es tan grande, las diferencias de presión que generan las brisas diurnas/marinas y nocturnas/terrestres no serán tan eficaces. La brisa marina que tiene lugar en todo este sector, que ayuda a sobrellevar mejor el calor en el litoral, puede verse disminuida por este hecho.
Las noches suelen ser más calurosas cuando la temperatura del mar es muy elevada. El número de noches tropicales, por encima de los 20 ºC, aumentan, la cantidad de noches ecuatoriales, superiores a 23 ºC, también e incluso la cifra de noches tórridas, cuando la temperatura nocturna no baja de los 25 ºC. En Capdepera, hacia el norte de Mallorca, han registrado durante este mes de julio su temperatura mínima más elevada con un valor de 26,5 ºC, coincidiendo con estos días en los la temperatura del agua está disparada.
Y todo ello, con esta tendencia durante el verano a temperaturas tan elevadas del agua del mar, en condiciones meteorológicas favorables es probable la formación de una DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos). Esto implicaría tormentas o lluvias torrenciales en toda la zona del Mediterráneo en vistas a los meses de septiembre y octubre. La combinación de un mar cálido o muy cálido junto con la presencia de aire frío en capas altas de la atmosfera a 500 hPa (unos 5.500 metros de altitud) es el cóctel ideal para este tipo de episodios de tiempo adverso y muy severo.