Nos alejamos de la actualidad informativa clásica y buscamos, sin complejos, el entretenimiento más puro y divertido.
Con Lucía Semedo.
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La cesta de alimentos sin gluten supone un sobrecoste mensual que puede superar los 80 euros, y en casos extremos, alcanzar los 500 euros.
Así lo explica Noelia Cid, diagnosticada de celiaquía con solo 9 años. Ahora, como estudiante universitaria, comparte piso y su compra semanal no se parece en nada a la de sus compañeras. “Una barra de pan normal cuesta un euro, pero a mí me cuesta casi cuatro”, explica Noelia. “Solo en mi alimentación, puedo gastar más de 500 euros al mes”.
Esta semana, el Congreso de los Diputados ha comenzado a tramitar una propuesta del Partido Popular que plantea una deducción de hasta 600 euros en el IRPF para personas con celiaquía. La medida ha sido respaldada por todos los partidos, salvo Podemos, aunque formaciones como PSOE, Sumar o PNV han solicitado que la ayuda sea progresiva y vinculada al nivel de renta.
La iniciativa, que ahora emprende su recorrido parlamentario, está abierta a enmiendas que podrían modificar su alcance y aplicación. Mientras tanto, miles de familias esperan que esta medida alivie el impacto económico de una enfermedad crónica que afecta a medio millón de personas en España.
La rebaja se aplicaría en el IRPF por cada miembro de la unidad familiar diagnosticado. Calculan un coste de 300 millones de euros para el Estado.
Con la llegada de noviembre y el esperado Black Friday, que cada vez se extiende más días, las ventas se disparan, y también lo hacen las compras compulsivas. En medio de esta marea de descuentos, crece el fenómeno de la oniomanía, un trastorno que afecta ya al 5 % de la población y que se caracteriza por una necesidad irresistible de adquirir objetos, muchos de ellos innecesarios, que acaban olvidados en cajones y armarios.
¿Compramos por necesidad o por capricho? Es la pregunta que pocos se hacen antes de pulsar el botón de compra. Las rebajas y descuentos a través del móvil hacen que la tentación esté a solo un clic, y muchas personas reconocen que compran habitualmente por internet, especialmente ropa, cosmética, accesorios y perfumes.
“Lo vemos, lo queremos y lo compramos”, comentan varias usuarias. El problema surge cuando ese deseo se convierte en adicción. Los psicólogos explican que la compra compulsiva genera un pico de dopamina, una sensación de placer inmediata, pero que luego puede derivar en frustración y pérdida de control.
La oniomanía, término técnico para este trastorno, se manifiesta como una conducta repetitiva e impulsiva que puede tener consecuencias económicas y emocionales. Los especialistas destacan que es importante aprender a identificar el impulso y frenarlo antes de que se convierta en un problema.
Entre las recomendaciones para evitar caer en esta espiral están reflexionar antes de comprar, evitar las compras por impulso y establecer límites claros. Porque, a veces aprender a no comprar también es una forma de ganancia.
Las compras compulsivas pueden derivar en un trastorno llamado oniomanía, una necesidad irresistible de comprar constantemente.
Nuestros agricultores emeritenses nos muestran cómo sacan provecho a la cáscara de sus almendras, que resulta ser una delicia para el ganado ovino.
En Casar de Cáceres, Esther y su padre, Chema, comienzan la jornada muy bien acompañados, con una tarea por delante: dar el biberón a dos chivos muy especiales que apenas tienen unos días de vida.
Alberto y Jorge deciden renovar los ponederos de sus gallinas para hacerlos más prácticos.
Siempre que hay época de paridera en la ganadería de Manchita, aumenta también el número de borregos mamantones. Hoy, Chabeli tiene que dar de mamar a una decena de ellos con la leche de sus cabras.
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La VI Bienal de Novela Mario Vargas Llosa ha arrancado esta tarde en el Gran Teatro de Cáceres, marcando un hito: es la primera vez que se celebra en España y también la primera edición sin la presencia del escritor peruano, fallecido en el mes de abril. El acto inaugural, presentado por la periodista Marta Fernández, ha reunido a autoridades, escritores y público en un homenaje cargado de emoción y literatura.
El alcalde de Cáceres, Rafa Mateos, ha destacado el papel de la ciudad como “puente real y sólido entre España y América”, y ha vinculado la Bienal al proyecto para que Cáceres sea Capital Europea de la Cultura en 2031. “La colección de arte contemporáneo del Museo Helga de Alvear es pura inspiración, y nuestra ciudad monumental, pura poesía”, ha afirmado.
La consejera de Cultura, Turismo y Deportes, Victoria Bazaga, ha subrayado el carácter abierto y participativo del evento, con casi 30 experiencias literarias para la ciudadanía. “Hacemos esta Bienal porque también somos cuna de la hispanidad. Somos mestizos, y estamos muy orgullosos de ello”, ha dicho.
El momento más emotivo ha llegado con las palabras de Álvaro Vargas Llosa, presidente de la Cátedra que lleva el nombre de su padre. Ha recordado los últimos días del autor, cuando sus hijos le leían fragmentos de novelas y poemas: “Me dejó helado con una frase hermosa: me acordaba del ritmo, no de las palabras”, así que, asegura, "se fue de este mundo con una sensibilidad auditiva y musical poblada de poesía y de literatura".

La apertura ha incluido una conversación entre los seis finalistas del premio, cuyas obras abordan temas como la memoria histórica, el feminismo, la imaginación, la política y la familia.
La escritora Gioconda Belli, autora de Un silencio lleno de murmullos, reflexionó sobre la perspectiva femenina en la literatura: “No es lo mismo la vida para una mujer que para un hombre, sea madre, amante o ejecutiva. Esa diferencia se enmarca en el libro".
Por su parte, el peruano Gustavo Faverón, con Minimosca, explicó cómo su novela evolucionó inesperadamente: “Cuando terminé la novela me di cuenta de que no era la historia íntima que había planeado, sino una obra mucho más geopolítica. Decidí entonces escribir nuevas historias, bastante desconectadas, sobre relaciones extrañas dentro de familias extrañas”.
El español Ignacio Martínez de Pisón, autor de Castillos de fuego, abordó la necesidad de entender el pasado reciente: “A través de la literatura intento comprender cómo fue la transición. Para ello hay que entender el franquismo y la guerra, pero la posguerra sigue siendo una etapa poco narrada, a pesar de su dureza”.
La argentina Pola Oloixarac, con Bad Hombre, compartió la raíz personal de su obra: “Es la primera vez que trabajo con historias reales". Concretamente, en esta novela, decía la autora, "cuento como mi propia tía abuela fue asesinada a golpes por el que era su amante a la vista de todos en el barrio ene l que vivía en Lima". "La revolución de las mujeres es la más importante que vivimos en esta época y por eso mi libro es un libro feminista", apuntaba.
El nicaragüense Sergio Ramírez, con El caballo dorado, apostó por la imaginación como motor narrativo. A través de un vídeo, explicó que siempre escribe para divertirse, por eso "este libro es un homenaje a la imaginación y al gusto de escribir con libertad". En él, la protagonista es "una princesa de segunda categoría" que se fuga con un peluquero ambicioso y viven múltiples aventuras.
Finalmente, el español David Uclés, autor de La península de las casas vacías, explicó que su objetivo era "contar la historia de la guerra civil en clave de realismo mágico" y "narrar todo lo que sucedió como un fotógrafo", basándose en la objetividad. Además, asegura que leer La Fiesta del Chivo, de Mario Vargas Llosa, fue su inspiración para escribir una novela "en la que hubiera profusión de datos históricos mezclados con una ficción".

A continuación, se ha podido disfrutar de un paseo por la memoria del escritor peruano fallecido el pasado mes de abril, con el espectáculo titulado 'Mario, un pez en el agua', dirigido y adaptado por Edu Galán, que ha contado con la participación de personalidades como Ana Belén, Ángeles Mastretta, Magüi Mira, Ayanta Barilli, Juan Cruz, Juan Gabriel Vásquez, Raúl Tola, Pilar Reyes, Karina Sainz Borgo y la intervención grabada de Joaquín Sabina y Aitana Sánchez-Gijón.
De esta forma ha dado comienzo esta bienal literaria que ha viajado por primera vez fuera de Hispanoamérica hasta las ciudades extremeñas de Cáceres, Badajoz y Trujillo, que se convierten hasta el próximo sábado en el epicentro de la literatura en español, en este evento que reunirá a escritores, editores, periodistas, académicos y artistas en torno a más de treinta actividades abiertas al público.
Foto de Familia en la Bienal Vargas Llosa. De izquierda a derecha: Ignacio Martínez de Pisón, David Uclés, Pola Oloixarac, Victoria Bazaga, Álvaro Vargas Llosa, Rafael Mateos, Gustavo Faverón y Gioconda Belli.