Pérdida de visión repentina en un ojo, dolor de cabeza o dificultad para hablar. Son algunos de los síntomas del ictus, y es esencial conocerlos para que la detección sea muy rápida.
A María Luisa Fernández, un dolor fuerte de cabeza hizo que pidiera ayuda. María Luisa hacía una vida normal con autonomía y decisión, sin embargo su día a día se vio truncado el pasado mes de julio tras sufrir un ictus. No sin dificultad, puesto que le ha afectado al habla, nos ha contado cómo ha cambiado su vida.
"Estoy en rehabilitación pero voy bastante bien"
Un optimismo reforzado por su familia y en concreto su marido, que se ha convertido en sus piernas y su voz cuando ella no consigue hablar.
"Me da a mí ánimo y fuerzas... viendo que la mejoría es notable"
Hoy, en el día mundial de ictus, han salido a la calle para dar visibilidad e informar sobre esta enfermedad.
"Concienciar para que todo el mundo pueda reconocer los síntomas cuanto antes para que este tratamiento pueda llegar a la mayoría de la población que sufre ictus"
Y es que por fortuna, los avances médicos hacen que las secuelas que deja se puedan tratar y revertir cada vez con más éxito. Como en el caso de Agustina Ruiz:
“Yo estaba comprando y me dijo la chica del súper que me notaba rara la voz, y así me lo noto y me llevó el médico”
Tres meses después de aquel día, es palpable su mejoría y está dispuesta a luchar seguir avanzando.
